
SILLA ANFIBIA: COLABORAR CON LA DISCAPACIDAD A TRAVÉS DE LA INGENIERÍA
Autor: Lic. Claudia Bazán - Publicado: 13 de Octubre de 2025
Un proyecto con enfoque social que busca la accesibilidad para personas con discapacidad motriz. “Siempre que se hace algo para la discapacidad, es poco y a la vez es mucho. Es una paradoja. Pero en ingeniería se pueden hacer muchas cosas” dice el Ing. Gonzalo Eduardo Martinez.
Junto a Rogelio Molinuevo,Diego Tivano, Leonardo Rossi, Hernan Lucero y Leonardo Castagnari docentes de la FI, conformaron un grupo el cual integra el proyecto de Prototipo de silla anfibia de bajo costo: Modelo de utilidad registrado por la UNRC. Un proyecto humano que comenzó en 2016 en el marco del Proyecto PPI 2016-2018, dependiente de la Secretaría de Ciencia y Técnica. Desde ese momento han avanzado lentamente, principalmente de forma privada, por condicionantes como el espacio físico y la limitación de recursos económicos.
Con el objetivo de diseñar una silla anfibia de bajo costo, innovadora y accesible, que amplíe la inclusión, fabricaron un dispositivo para que personas con discapacidad motriz, como podría ser un ACV, puedan disfrutar de actividades recreativas como ingresar al mar, a una pileta o un río, y/o trasladarse por la arena. “Hay muchísimas cosas por hacer, este es solo un elemento y no está pensado para lucrar” valora Martinez.
Se trata de una silla anfibia creada con productos económicos y sustentables. Materiales comerciales simples de industria. Como caños de agua de termofusión, aluminio estructural, material reutilizado como tachos plásticos de 200 l (generalmente usados en la industria química) y piezas producidas con impresoras 3D.
La aparatología para discapacidad dentro del mercado, como lo es una silla anfibia, es costosa y muchas veces inaccesible. Toda aparatología para el agua exige trabajar con elementos plásticos o con elementos de acero inoxidable o aluminio, que los hace costosos. Particularmente estas sillas comerciales tienen una especie de rueda que se llama “rueda globo”, que no se fabrican en Argentina y es complicado conseguirlas.
El precio comercial de este modelo de sillas ronda entre USD 2.000 y 5.000, de acuerdo a las prestaciones, la calidad y si se trata de producción nacional o internacional. Esta silla alternativa redujo el costo a una sexta y una séptima parte debajo del de las sillas convencionales de la industria. “Yo quiero hacer algo para la gente” afirma Martinez.
La idea del proyecto es que impulse un movimiento colaborativo. Involucrar a universidades, colegios técnicos, municipalidades, fundaciones y organizaciones sociales. Que los estudiantes puedan poner su labor y donde además aprendan. Su objetivo es claro y el ingeniero lo pone en palabras: “Queremos colaborar con la discapacidad a través de la ingeniería. Concientizar a la gente y sobre todo a los estudiantes de ingeniería que se pueden hacer prototipos alternativos a nivel de proyecto de accesibilidad”.
Actualmente están gestando una versión nueva, donde el armado, la seguridad y la estética son áreas que han mejorado. Un ejemplo es el tipo de rodado, netamente fabricado con tachos de 200 lts., por eso abrieron la posibilidad de emigrar a ruedas negras de tipo carretilla. Incorporaron además, accesorios como cinturones de seguridad, apoyabrazos, apoya cuello, sistema de giro de ruedas, etc, también son detalles en los que están haciendo foco en su nueva versión y que elevan la experiencia de uso.
La ventaja con respecto al modelo seriado es que tienen una mayor accesibilidad para la personalización de la silla, ya sea para un niño o para alguna discapacidad particular. El sistema de fabricación es muy flexible y permite implementar una impronta propia.
En relación a los vínculos de trabajo, Martinez cuenta que están gestando pruebas de campo con el municipio de Mina Clavero. Que ha manifestado interés en introducir las sillas a su balneario. Además agrega que habría alternativas para que puedan ser fabricadas en uno de los colegios de esa localidad.
Este proyecto tiene una impronta de creatividad y trabajo colaborativo, se inventó un modelo alternativo hecho con materiales comunes y que ofrece soluciones inclusivas. Hoy en día ya está patentado a través de la universidad, en busca de trascender hacia el medio y hacia una sociedad donde pueda fabricarse en forma masiva. De esta forma, poder aportar un granito de arena a la discapacidad, a través de la ingeniería.
Para más información y profundidad sobre los fundamentos y desarrollo del proyecto, está disponible el artículo en el libro “Ingeniería para el desarrollo sostenible”. Esta publicación digital reúne los resúmenes de trabajos, presentaciones institucionales y principales aportes de las 1ras. Jornadas de Investigación, Desarrollo y Extensión de la Facultad de Ingeniería.
Mira el reel acá: https://www.instagram.com/p/DPwRAFFEd5H/