“NUNCA DEBEMOS PERDER EL SENTIDO DE PERTENENCIA, AMAR EL LUGAR DONDE TRABAJAMOS ES FUNDAMENTAL”

Autor: Lic. Claudia Bazán - Publicado: 05 de Noviembre de 2018

María Ysabel Lopo ingresó a la Universidad en el año 1975; hoy- con 43 años y medio de antigüedad en esta Casa de Altos Estudios -deja sus funciones para iniciar una nueva etapa en su vida.
Inicialmente se desempeñó en Secretaría General, en Rectorado, pero ya en el siguiente año, llegó al entonces Departamento de Tecnología e Industria en 1976, actualmente la Facultad de Ingeniería.

Sus primeros pasos se dieron en el área de apoyo administrativo; llegó a ser Responsable del Registro de Alumnos para más tarde concursar el cargo de Coordinadora en el año 1985 como Directora General, lugar en el que permanece desde entonces.

En tantos años afirma haber crecido y tener plena tranquilidad de conciencia que dio absolutamente todo lo que pudo, con responsabilidad “…me llevo esa tranquilidad de haber enseñado para que llegue este momento, creo que la gente que me acompaña está en condiciones de hacer los trabajos necesarios y esto me llena de orgullo”.

Se muestra totalmente convencida de la importancia que el Personal No docente tiene en el ámbito institucional, “las autoridades pasan y la administración queda, el haber sido siempre tan dedicada marcó sin duda que sea esta una Facultad caracterizada por el orden y la organización, fruto del trabajo constante y la responsabilidad”.

Los años de experiencia, al igual que a muchos le permiten afirmar con sabiduría que uno debe tener una cualidad- a su criterio esencial- en el ejercicio cotidiano de su actividad laboral, “hay algo que no todos tienen y es el sentido de pertenencia, uno no puede trabajar de misma manera si se toma las siete horas de trabajo y se va, yo he dejado muchas horas, quizás porque entiendo que amar el lugar donde uno trabaja es fundamental, yo nunca sentí que fuera una obligación venir a trabajar, siempre lo hice con gusto”

Destaca también que fruto de esta dedicación y compromiso se han logrado numerosos objetivos que permitieron crecer y consolidar esta Unidad Académica, “el lograr que todas las carreras hayan acreditado con máximo puntaje es un reflejo de ese trabajo, les estoy agradecida a todos los que integran la Facultad, acompañaron en todos los procesos, se prepararon y los resultados están a la vista”.

Hace extensiva su gratitud a todas las Autoridades que pasaron por la institución, a muchos de ellos a quienes conoció en sus primeros acercamientos para inscribirse como alumnos en las ingenierías de la Facultad. “A la Señora Decana, a los 18 años la vi acercarse al mostrador y la atendí cuando se inscribió para estudiar Ingeniería química, como a tantos otros; es un plus distinto, son 40 años que hemos tenido en contacto”.

Resalta que siempre fue buena la relación con los distintos equipos de gestión, “todos ellos me han otorgado la confianza necesaria para llevar adelante la tarea administrativa”.

“He tenido muchos sinsabores, sobre todo la pérdida de gente que quise mucho, los que tristemente murieron en las explosiones de la Planta Piloto en el año 2007 y también la prisión de Carlos Bortis, creo que fueron los dolores más grandes que atravesé en la Facultad, las muertes y la prisión de Bortis fueron injustas”; sostiene.

Subraya que este triste acontecimiento marcó un antes y un después en la Facultad, “aunque siempre hubo distintas miradas, diría dos en materia política, la explosión acentuó esta situación y hasta hoy sigue sin subsanarse”

La jubilación es uno de los momentos de transición más importante para el ser humano y la situación de Ysabel no escapa a esta realidad, “me duele dejar el cargo, han sido muchos años, aquí hemos sido amigos más que jefes y empleados, esta es mi vida, lo fue durante muchos años, pero llegó el momento, hay que darle lugar al resto, ya es hora”.

Afuera, ahora la espera viajar, “tomar sol que es mi gusto más grande, he sido muy autoexigente, siempre primero la Facultad y luego lo demás, hoy quizás es momento de disfrutar”.