“ME TOMÓ UN POCO MÁS DE TIEMPO, PERO LOGRAR EL TÍTULO ES INCREÍBLE”

Autor: Lic. Claudia Bazán - Publicado: 12 de Marzo de 2018

Nicolás Gil (36) es de Río Cuarto, tiene dos hijos y se acaba de recibir de Ingeniero Químico, siendo el primer graduado de la carrera, bajo el Programa Potenciar la Graduación.

Eligió Ingeniería porque le gustaba la materia Química en el nivel medio, analizando también en aquel momento el enorme campo de acción de los ingenieros químicos y el trabajo en industria de todo tipo de procesos, combinándolo con la noción de la importancia de la industria para un país.

Hoy cierra una etapa, que sin dudas le permite hacer un balance y resulta para el definitivamente positivo, “me tomó un poco más de tiempo, pero lograr el título es increíble”; sostiene.

Recordando su paso por la Facultad, menciona que rindió la última materia en el 2012 y a pesar de que se adaptó a su ritmo nunca dejó la cursada ni de presentarse a rendir las materias libres, si bien a esa altura trabajaba en un comercio, pero sintió la necesidad de salir a buscar un lugar en el mercado de la industria, pensando que a la brevedad presentaría el proyecto final, que era lo único que le faltaba para recibirse.

“De ahí en adelante, prioricé consolidarme en el trabajo y la familia, pero el proyecto, que encaré solo, siempre estuvo sobre la mesa avanzando de a poquito”; relata el flamante Ingeniero.

A partir de la implementación del Potenciar la Graduación, sus ganas se fueron incrementando, si bien siempre estuvo en sus prioridades terminar, “el programa Potenciar funcionó como una declaración de lo trascendente que es para nuestra sociedad, nuestra Argentina, sumar profesionales de carreras técnicas, haciendo ver que terminar la carrera no es solo importante en lo personal, sino que lo es para la sociedad que nos forma en la universidad pública”.

Nicolás se muestra agradecido con la preparación para el desempeño laboral impartida en la Facultad, “cuando uno está cursando las materias y ve las fotos en los libros de las plantas con columnas de destilación y demás equipos se pregunta si cuando llegue el momento estará a la altura de la circunstancia y la respuesta es que sí. Lo más gratificante que me pasó es encontrarme en la industria con las cosas que uno estudió en las operaciones unitarias, ingeniería de las reacciones o servicios y ver que lo puede manejar, interactuando técnicamente con actores de todo el mundo”; recuerda.

Actualmente se desempeña como supervisor de producción en Promaíz desde el año 2013; es una planta donde se produce bioetanol y los co-productos CO2 grado alimenticio, aceite crudo de maíz y DDGS, en la localidad de Alejandro Roca.

En su opinión, los ingenieros técnicamente son imprescindibles en todas las actividades productivas, “En nuestro país, creo que la mayoría cumple el rol de interlocutor técnico en la implementación de la tecnología global. Estos procesos productivos, multiplican el trabajo calificado y todo esto suma al desarrollo. Ojalá tuviéramos tecnología 100% nuestra, que en algunos sectores sí la hay, pero mientras tanto creo que es bastante noble poner a trabajar lo que se trae de afuera”.